noviembre 27, 2013

La comunicación oral a lo largo de la historia.


     Bien es sabido que la palabra comunicación proviene del latín comunicare, que tiene como significado “poner en común”, también es sabido que la comunicación es un acto natural del ser humano, algo que es tan natural de él, algo que viene en el ADN humano, algo que no se puede evitar. Está en la naturaleza humana el compartir o poner en común con la gente que lo rodea. Si bien la comunicación que se empleó en el comienzo de la humanidad no fue oral, y mucho menos escrita, se pudo a través de los años desarrollar un lenguaje oral muy básico que en principio consistía en la imitación de los sonidos que realizaban los animales, pues los nativos de aquellos tiempos observaron cómo los animales, entre ellos, al realizar estos sonidos provocaban un tipo de reacción a un estímulo presentado. Es aquí donde se puede ver una de las teorías propuestas por David K. Berlo; desde aquellos tiempos ya existían situaciones donde se presentaba lo que es el estímulo y respuesta. (Berlo, 1984) define estimulo como cualquier acontecimiento que un individuo sea capaz de percibir y sentir[…]es todo aquello que una persona puede recibir a través de alguno de los sentidos; y define respuesta como todo aquello que este individuo hace como resultado de haberlo percibido. Una respuesta es la reacción del organismo a un estímulo.

Modelo de estimulo y respuesta propuesto por David K. Berlo.

      Es aquí donde podemos ver que a pesar que los animales carecen de un lenguaje oral como tal, y que los seres humanos de aquellas épocas no tenían un lenguaje oral estructurado eran capaces de producir estímulos y respuestas a un nivel muy básico. Dentro de las respuestas, (Berlo, 1984) distingue entre dos amplias categorías de respuesta, se puede designar una categoría como “respuestas manifiestas” y la otra como “respuestas encubiertas”. Una respuesta manifiesta es la observable, la que se puede detectar, la que es pública. Una respuesta encubierta es la que se produce dentro del organismo y no puede ser observada o detectada rápidamente, la que es privada, en este ejemplo que se ha planteado se presentan las respuestas manifiestas, pues al recibir un estímulo, los seres de estos tiempos reaccionaban de manera física, o con una acción. 

Respuesta manifiesta.


Respuesta encubierta. 
 

La creación de nuevas lenguas, y la aparición de la retórica. 

   Más adelante en la historia se desarrolló un lenguaje, e inclusive se llegó a desarrollar un alfabeto; se crearon nuevos idiomas, pues la población no tenía las mismas necesidades, y mucho menos compartían los mismos factores sociales, es por eso que surgieron nuevas lenguas, y nuevos idiomas, con la finalidad de representar la realidad que ellos vivían, y claro, para poder llevar a cabo el proceso de la comunicación.

La retórica tiene como objetivo la persuasión, de, y que en todo proceso comunicativo se busca, además de un respuesta, satisfacer un interés en particular.

     Aristóteles fue el pionero en el lenguaje oral, (Peña Lazcano, 2009) fue quien desarrolló el árbol retórico como una forma de llegar a la persuasión del público por medio del uso de la palabra, es decir, buscando el modo en que un emisor podía transmitir de mejor manera su mensaje a un receptor. En la antigua Grecia, en un principio se pensaba que la retórica sólo servía para agradar a la gente, pero después se llegó a la conclusión que la retórica tiene efectos persuasivos, (Sáiz, 2003) explica en su obra que un buen orador-comunicador es el que domina “todos los modos de persuadir”.

     Las oraciones empleadas en el discurso tienen un propósito, y esto es muy importante de analizar, pues como bien propone (Berlo, 1984) las oraciones pueden distinguirse según: a) el propósito; b) los tipos de significados que enfatizan, y c) los métodos que se utilizan para comprobar su conveniencia. En el caso de la retórica propuesta por Aristóteles, las oraciones empleadas, la selección y el orden de las palabras tienen un fin, no fueron ordenadas y seleccionadas al azar, el orador o comunicador fija el propósito de su mensaje, y a partir de ahí escoge y ordena las palabras que cree que sean de mayor conveniencia para lograr el propósito deseado, (Berlo, 1984) explicó: Podemos tratar nuestro mensaje construyendo distintos tipos de oraciones, según nuestros objetivos o propósitos

El lenguaje oral en la actualidad: Necesidad social.  

Al discutir, la calidad del mensaje disminuye, por lo que el intercambio en el mercado es de baja calidad.
      Situando el contexto un poco más en la actualidad, se encuentra el ser humano, un ser completamente social, que ya por necesidad efectúa el proceso de la comunicación, en un contexto donde el lenguaje oral es fundamental en el día a día de la persona, la persona vive constantemente en un mercado lingüístico. (Bourdieu, 1984) Plantea en su obra "Cuestiones de sociología" lo siguiente: Toda situación lingüística funciona como un mercado en el que se intercambian cosas. Estas cosas son, evidentemente, palabras, pero estas palabras no están hechas únicamente para comprendidas; la relación de comunicación no es una simple relación de comunicación, es también una relación económica donde se juega el valor del que habla: ¿Ha hablado bien o mal? ¿Es brillante o no? ¿Es buen partido o no?... como podemos ver la selección de palabras para llevar a cabo el lenguaje oral es de suma importancia, pues además de llevar a cabo efectos persuasivos, también al hablar se desea obtener un sentido de pertenencia. 

     En otra teoría propuesta por (Bourdieu, 1984) explica también que el discurso que producimos, según el modelo que propongo, es un <resultado> de la competencia del locutor y del mercado en el que introduce su discurso; el discurso depende en cierta proporción de las condiciones de recepción. Es decir, el receptor tiene un papel fundamental en el proceso comunicativo, especialmente en el lenguaje oral, pues es un lenguaje inmediato, un lenguaje que presenta dos tipos de interdependencia, es decir que la respuesta está sujeta al mensaje enviado, y viceversa; ambas teorías por supuesto propuestas por Berlo, la primera teoría es descrita como la teoría de interdependencia física, (Berlo, 1984) dice que no se puede definir una fuente sin definir un receptor, como tampoco es posible hacer la definición de un receptor sin llevar a cabo la de una fuente; además[…] las funciones de la fuente y del receptor son físicamente interdependientes, es decir sin un receptor al cual entregar mensaje, y sin una fuente que provea el mensaje, es imposible que se realice el proceso de comunicación. En la segunda teoría de interdependencia, llamada interdependencia de acción-reacción, en ella (Berlo, 1984) propone que cada uno influye en el otro. Son interdependientes y esta relación es algo más que una mera interdependencia física. Las respuestas dadas por cada uno están determinadas por las del otro, es decir, dependiendo del mensaje obtenido, será la respuesta dada, ejemplificando, ante un mensaje agresivo, la respuesta será agresiva.

Interdependencia física.

Interdependencia acción-reacción.


     En resumen, sin los aportes de la lingüística el lenguaje no estaría estructurado de la manera que actualmente está estructurado, al igual, la lingüística ha sido de gran importancia en el estudio de la comunicación, debido que esta le da cuerpo y versatilidad y esto da como resultado que la lengua tenga esta gran extensión y sea tan vasta.

Trabajos citados:

  • Berlo, D. (1984). El proceso de la comunicación. Introducción a la teoría y a la práctica. Buenos Aires: El Ateneo.
  • Bourdieu, P. (1984). Lo que significa hablar. En P. Bourdieu, Cuestiones de sociología (págs. 95-111). Madrid: Les éditions de Minuit.
  • Peña Lazcano, D. (2009). ¿Qué estudiamos cuando estudiamos comunicación? Algunas reflexiones sobre su estatuo disciplinario. En R. Araya, C. Elórtegui Gómez, R. Herrscher, D. Lazcano Peña, F. Rivas Inostroza, C. Sáez Baeza, y otros, Analizando los medios y la comunicación: Teoría y métodos (págs. 11-39). Valparaíso: Ediciones Universitarias de Valparaíso.
  • Ramirez Trejo, A. (2002). Aristóteles. Retórica. Ciudad de México: Programa editorial.
  • Sáiz, Á. (2003 ). El arte-ciencia de la comunicación. La retórica de Aristóteles. . Ciudad de México: Unidad de servicios Editoriales.

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